La mentira más grande sobre la migraña (y por qué nadie te lo ha dicho antes)

Toda la vida te han dicho que la migraña es genética, crónica, inevitable y mil cosas más. Pero, ¿y si te han contado solo una parte de la historia? Descubre la mentira más grande sobre la migraña y por qué nadie te ha explicado antes lo que realmente ocurre en tu cerebro. Esto puede cambiarlo todo.

Mujer Sin Migraña

5/8/20244 min read

Cada vez hay más información sobre la migraña. Hay médicos especializados, investigaciones, tratamientos nuevos y opciones que antes ni siquiera existían. Parece que estamos avanzando, que cada vez deberíamos entender mejor esta condición.

Si sufres migrañas, seguro que te han dado pautas para manejarlas: evitar ciertos alimentos, reducir el estrés, probar distintos medicamentos… Y durante un tiempo, puede que hayas sentido algo de alivio. Parece que hay formas de "convivir" con la migraña y hacerla más llevadera.

Todo esto suena bien. Pero entonces, ¿por qué sigues teniendo migrañas? ¿Por qué las soluciones que te han dado no funcionan a largo plazo?

Porque hay algo que nadie te ha contado.

Porque, a pesar de todos los avances, el enfoque sigue siendo el mismo de siempre: tratar la migraña como algo inevitable, tratar la migraña únicamente poniendo el foco en los síntomas, como una condición con la que tienes que aprender a vivir.

Porque lo que te han dicho hasta ahora es una verdad a medias.

Te han hecho creer que la migraña es genética, crónica, incontrolable y mil cosas más (por cierto, todas ellas te lapidan). Que lo único que puedes hacer es evitar los desencadenantes y tomar medicación cuando aparezca el dolor y los preventivos, no vaya a ser que te de migrañas por no tomar suficientes pastillas, eso nunca, el botiquín de casa siempre llenito de pastillas.

Pero si realmente fuera genética… ¿por qué unas veces sí y otras no?

Si evitar ciertos alimentos, el clima o el estrés fuera la solución… ¿por qué sigues teniendo migrañas incluso cuando haces todo "bien" y aparecen nuevos desencadenantes?

Si la medicación fuera la respuesta definitiva… ¿por qué deja de funcionar con el tiempo o incluso ni funciona?

Hay algo que no encaja. Y si estás aquí, es porque en el fondo también lo sientes.

Sé lo frustrante que es vivir con migraña.

El miedo constante a la próxima crisis, la sensación de no poder confiar en tu propio cuerpo, el aislamiento que genera el dolor. La desesperanza de haber probado todo sin encontrar una salida real.

Y lo peor no es solo el dolor físico. Es la soledad de sentir que nadie realmente te entiende. La impotencia de explicar tu sufrimiento y recibir respuestas como: "Seguro que es estrés", "Prueba esta pastilla, a mí me funcionó", "Es lo que hay, la migraña es para siempre", "siempre estás con migraña, ¿no será que exageras?.

Es ver cómo las oportunidades de tu vida dependen de si hoy tienes dolor o no.

Es querer disfrutar un plan, pero vivir con el miedo de que, en cualquier momento, algo te deje en cama durante días.

Es sentir que la migraña te ha robado años de vida.

Pero… ¿y si todo esto pudiera cambiar?

Imagínate un momento sin ese miedo.

Imagínate no tener que planificar tu vida en función de tu migraña.

Imagínate poder confiar en tu cuerpo otra vez.

Poder hacer planes sin pensar en el dolor. Despertarte con energía. Dejar de analizar cada alimento, cada estímulo, cada cambio de clima como una posible amenaza.

Imagínate que en lugar de sentirte atrapada, sintieras que por fin tienes el control.

Que después de años de prueba y error, al fin entiendes qué está pasando en tu cerebro.

Que en vez de vivir evitándolo todo, puedes volver a vivir de verdad.

La migraña no es una condena.

Toda la vida te han dicho que la migraña es genética, crónica e inevitable.

Pero, ¿y si te han contado solo una parte de la historia?

Imagina que estás en casa de noche y escuchas un ruido fuerte. Tu corazón se acelera, tu cuerpo se tensa y tu respiración se agita (notas síntomas). Es tu cerebro activando la alarma de peligro. Pero si luego descubres que solo era el viento moviendo una puerta, el miedo desaparece y tu cuerpo se relaja.

Con la migraña ocurre algo similar: tu cerebro interpreta ciertos estímulos como una amenaza y responde con dolor, aunque en realidad no haya ningún peligro.

El error está en la Fase 1, no en la Fase 2

Para entenderlo mejor, podemos separar este proceso en dos fases:

🔴 Fase 1: El encendido de las alarmas
Aquí es donde empieza todo. El cerebro percibe algo como una amenaza (aunque no lo sea) y activa su sistema de protección. Puede ser un pensamiento, una emoción, un estímulo externo o incluso una creencia arraigada sobre lo que "provoca" la migraña.

⚠️ Fase 2: Los síntomas
Una vez que el cerebro ha activado la alarma, el cuerpo reacciona con síntomas: dolor de cabeza, náuseas, sensibilidad a la luz y el sonido, tensión muscular… Es la respuesta física a ese falso peligro.

La mayoría de los tratamientos tradicionales solo intentan apagar la Fase 2 (los síntomas), pero el verdadero problema está en la Fase 1. No se trata de calmar el dolor una vez que aparece, sino de evitar que la alarma se active en primer lugar.

Pero claro, este conocimiento no lo encuentras en la consulta del neurólogo. No porque no exista, sino porque el sistema sanitario no tiene tiempo para educarte en neurobiología del dolor, sistema de peligros, etc (en los 5 minutos de consulta no tienen tiempo ni de mirarte a la cara).

No porque no haya evidencia científica, sino porque la industria farmacéutica no tiene interés en enseñarte cómo apagar la migraña sin depender de pastillas.

Así que sigues atrapada en un ciclo donde solo te dan parches, mientras el verdadero problema sigue ahí, sin resolver.

Aquí empieza el cambio.

No te pido que me creas sin más. Te pido que cuestiones todo lo que te han contado. Que observes tu cuerpo, que analices cómo responde tu cerebro. Porque cuando empiezas a entender lo que realmente pasa dentro de ti, tomas el control.

Y cuando tomas el control, todo cambia.💛